Un día para recordar
Nada será igual
Aquel fatídico 11 de setiembre del año 2001, se dejaría en claro que Estados Unidos no es intocable, así lo demostraron los dos miembros del grupo yihadista Al Qaeda, que secuestraron los dos aviones, quienes en un acto de valentía y de servicio por su país, decidieron sacrificar sus vidas por algo que ellos consideraron justo.
Con este acontecimiento se buscó golpear a este país en su aspecto más importante, su economía. Esto fue muy doloroso, ya que después de una década de crecimiento ininterrumpido, a finales del 2001 entraron en una fase de recesión. De hecho, el sistema capitalista de este país fue bastante dañado, además hizo que el Presidente de ese tiempo, George W. Bush, se diera cuenta de que sus tropas no eran suficientes para garantizar el orden y la seguridad de los ciudadanos norteamericanos. Según declaraciones de Bin Laden, esto no fue más que el inicio de su venganza.
Con este evento, en el cual fallecieron 2973 personas y 24 siguen desaparecidos, empezó la guerra contra el terrorismo. Años más tarde Estados Unidos invadió Iraq en represalia a lo sucedido años atrás. Todo esto nos hace reflexionar, ¿es justo que civiles inocentes paguen por errores de gobernantes? Sinceramente eso no debería ser. Lastimosamente la sed de venganza de los afganos es mucha.
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