miércoles, 21 de octubre de 2009

Tradiciones…

Los grandes secretos de los peruanos

De bares, tabernas y peñas

Con el paso de los años han existido los “huariques”, lugares que lograron encandilar a miles de clientes, ya que en ellos encontraron cierta complicidad que muchas veces los hacía sentirse como en casa.
Quien no ha oído hablar de La Antigua Taberna Queirolo, ubicada en Pueblo Libre. Nacida en 1880, empezó como una bodega y poco a poco fue creciendo hasta convertirse en la taberna actual que todos conocemos. Su historia es riquísima, así como sus clásicas butifarras y otros platos criollos que se acompañan con vinos y piscos elaborados en éste lugar. Además tenemos al bar Queirolo, el cual a pesar de ser su tocayo, pertenece a otros dueños. Según sus comensales, lo que mantiene a este lugar son sus deliciosos platos como el cau cau, el seco de carne y su tacu tacu.
Otro lugar emblemático por su chilcano de pisco y por sus precios bajos es el Bar Cordano ubicado cerca del Palacio de Gobierno. Según el periodista Eloy Jáuregui, para que un lugar merezca la denominación “huarique” debía cumplir con cinco requisitos básicos. “Tenía que presentar una buena barra, precios bajos, un mozo cómplice, un dueño complaciente y lo principal, tenía que ser secreto”.
Y si lo que se busca es una jarana “De rompe y raja”, tenemos la antigua peña Sachún, creada desde 1980. Por ésta peña, no hay artista que no haya desfilado. Además existe Palermo, el cual desde la década del 60 ha recibido a profesores y alumnos de las Universidades Católica, San Marcos y Villarreal que se hallaban en el Centro de Lima.

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